Los aportes de la veterinaria a las explotaciones de razas puras

 

‘La explotación de razas bovinas puras y la veterinaria’ ha sido esta tarde el tema central de la Jornada Profesional organizada por el Colegio Oficial de Veterinarios de Salamanca en Salamaq, impartida por el doctor en Veterinaria, profesor asociado en la Universidad de Salamanca y ganadero de charolés en pureza, Manuel José de Castro Cabo.

El objetivo de la conferencia ha sido, como el propio ganadero ha indicado, «definir qué es la veterinaria, qué aspectos contempla y su relación con la explotación de razas puras; además de la problemática que tiene la explotación de las razas puras y que aportes da la veterinaria a esa explotación».

Pero también, a lo largo de esta conferencia se ha intentado «poner de manifiesto la problemática que tiene esta explotación, porque hay más conjunto mestizo que razas puras». Algo que este veterinario achaca a que los ganaderos se van por la vía rápida que es el cruce industrial y usan la F1 como madre, porque es más barato y consideran que tiene una mayor rentabilidad. El problema que Manuel José de Castro ve en utilizar el conjunto mestizo (como lo denomina el Ministerio) es que no hay números, no hay datos; pero en razas puras si se van aportando datos y números y rentabilidad o no rentabilidad dependiendo de cómo esté la situación.

En Francia, ha indicado De Castro, se hace todo lo contrario que en España, en raza de vacuno de carne prácticamente tienen todo en razas puras y sólo utilizan el cruce industrial en algunas circunstancias para llevar al matadero, «para hacer cruce industrial que da un vigor híbrido para llevar al matadero en lugar de dejar la vaca madre F1».

A lo largo de su intervención, también ha abordado la situación del vacuno de leche, que es la raza realmente pura, pues en España hay un 96% de raza frisona y pura, de la cual hay un porcentaje del 50% inscrito en el Libro Genealógico, que lleva todos los registros y todos los controles. Con esto ha querido hacer ver que el vacuno de leche está trabajando muy bien desde hace años y ha mejorado desde 5.000 litros la producción año a 12.000 litros, que es la media de explotaciones. Y aparte de eso ha indicado que «las granjas grandes son más eficaces que las pequeñas, por rentabilidad y porque hacen mejor las cosas al tener más medios (veterinario, economista, neutrólogo para una o varias explotaciones…) y eso en cambio en la explotación de razas vacunas en carne no se lleva. Si le preguntas a los ganaderos que rentabilidad tienen en sus explotaciones, probablemente ni el 1% te daría el coste de un ternero», en cambio en leche, cualquier ganadero te dice el coste por litro de leche.

En Castilla y León, si hablamos de razas puras, en frisona, más o menos hay lo mismo que en el resto de España, el 96% y el 4% es de otras razas; pero «en vacuno de carne nos encontramos que el conjunto mestizo alcanza el 53%», mientras que en las razas puras está triunfando la limusina y empieza a avanzar la blonda de Aquitania. Pero la charolesa o incluso la morucha y la avileña, que son razas autóctonas de Salamanca y Ávila, respectivamente, están en claro retroceso. «El censo de animales registrados puros está en retroceso», ha recalcado.

Uno de los motivos que este veterinario considera que ha podido existir para que se dé este retroceso es que la gestión de los libros genealógicos no se ha hecho del todo de una forma correcta y podría haber más animales de los registrados. «En frisona está muy claro, porque es más fácil la selección, porque son litros de leche, grasa, proteína y extracto seco y en carne hay tendencias».

Ahora se está poniendo de moda la explotación de raza angus, pero no viene en los censos del Ministerio ni en sus bases de datos, porque no hay muchos animales, pero está despuntando y en Salamanca hay mayoristas de carne que están apostando por la angus, porque hay una tendencia y un gusto mayoritario por la carne engrasada, en lugar de la carne magra que gustaba hace 20 años. Al fin y al cabo, «esto son modas». Ahora razas como la blonda de Aquitania, la pirenaica, la asturiana… tienen su mercado, de hecho son razas, que después de la frisona y con la de lidia tienen más animales registrados en el libro genealógico. La asturiana de los valles y de la montaña (que es parecida a la morucha) incluso están creciendo; sin embargo, la raza rubia gallega, que es una raza muy buena de conformación, también está descendiendo como la morucha, la retinta o la avileña, y muchos indican que esto se debe a la gestión del libro, que en algunas explotaciones se ha hecho bien pero en otras no.

Ante todos estos datos, De Castro Cabo ha insistido en que la frisona ha triunfado y sigue triunfando, aunque luego el mercado les achuche salen para arriba y salen de las dificultades una y otra vez. Pero también ha indicado que están desapareciendo los pequeños ganaderos y los grandes cada vez se van haciendo más grandes; y en carne ve que hay esa misma tendencia, van a disminuir el número de explotaciones pero las que queden cada vez se van a hacer más grandes, serán más profesionales y no se van a dejar guiar por las modas.

Asimismo, este veterinario y ganadero está convencido de que el futuro está en las razas puras. Hay que tener en cuenta que en estas explotaciones sí se toman datos de los animales (morfología, funcionalidad, rendimientos en vivo, en canal, índices de transformación…). Además, a partir del año 2009 en frisona se está usando la genómica, ya no se espera a hacer la valoración del toro con la descendencia, con la genómica saben si una ternera va a ser buena productora de leche o no. Y esa genómica debería utilizarse en todas las razas.

En todos estos campos, los franceses tienen mucho terreno avanzado sobre los españoles. Tienen un millón y medio de vacas charolesas, de las cuales hay 600.000 inscritas en el Libro Genealógico; de limusinas tienen un millón y de blonda de Aquitania unas 500.000; y hacen 600.000 inseminaciones en vacuno de carne al año. España está por detrás, aunque es otro sistema de explotación, en extensivo y hay que hacer la monta natural, pero hay que tomar datos. Por ejemplo, ha indicado, «cuando un ganadero de morucha se transforma a vaca F1, del conjunto mestizo, le he preguntado cuánto rendimiento le daba antes la morucha y cuánto le da ahora y todavía no tengo respuesta, pero porque no lo saben». No se toman datos y eso es algo que falta.

Por último, De Castro ha resaltado que «la veterinaria, a pesar de que estamos aportando muchas cosas en sanidad animal, en alimentación, en control y en genética, tenemos mucho campo por labrar, por desarrollar» y es momento de hacerlo.